SOLIDARIOS
NO EXISTO son los bolsillos, os muebles ya olvidados; y el sonido de la calle, el patio de luz por donde se cuelan aromas, canturreos y voces azules. Aquí se cambia la alarma por las estridencias de la noche y la mañana. Cobijamos los diálogos internos y en compañía como espejos del alma, la presente exposición se erige como un testimonio profundo de la experiencia humana frente a la pérdida del hogar. Este proyecto artístico surge como manifiesto ante el silencio de la mirada de una sociedad deshumanizante, encontrando en el arte el refugio donde pueden alzar la voz y mostrarse aquellas personas que parecen permanecer al margen.
La pérdida del hogar trasciende la visión preconcebida y reduccionista de la simple privación de un espacio físico; representa una profunda ruptura con la seguridad, la identidad y la pertenencia. Para quienes se encuentran sin hogar, la soledad se vuelve omnipresente. El lastre de la estigmatización social se extiende hacia una invisibilización donde salvaguardar la complicidad de una sociedad indiferente. Es en este contexto desafiante donde la expresión artística emerge como el medio para reafirmar la existencia y reclamar un lugar.
Este conjunto de piezas son el resultado de los laboratorios artísticos desarrollados en la sede de Solidarios Sevilla durante el verano 2024, donde cada participante nos regala, como si de un abrazo se tratara, un pedazo de vida, un anhelo y una búsqueda desbordante de la mirada recíproca. De este modo, cada obra expuesta es una muestra generosa de intimidad que refleja y confronta las percepciones convencionales, invitando a los visitantes a enfrentarse a lo complejo y lo humano detrás de cada persona, de cada historia.
A través de diversos medios y enfoques artísticos, la exposición no solo busca sensibilizar, sino también que se produzca la mutación de los espectadores impasibles, en contactos amables y simpatizantes. La necesidad de ser visto resuena como un imperativo a lo largo del espacio, recordando la importancia fundamental del reconocimiento social. Es una llamada a la reflexión sobre las condiciones que llevan a la falta de vivienda y a la responsabilidad colectiva de apoyar y dignificar a quienes atraviesan esta realidad.
Más allá de la sala, esta exposición colectiva aspira a establecer un diálogo más amplio sobre la integración, invitando a erradicar prejuicios y comprometerse con la causa de forma activa. NO EXISTO subraya el potencial dinamizador del arte como herramienta de transformación social que fomenta la inclusión y justicia, abriendo infinidad de caminos hacia lo que es un grito al mundo, un gesto de advertencia hacia el territorio hostil que el propio ser humano está modelando y delimitando a su antojo. Es un recordatorio de que cada persona merece ser escuchada, valorada y apreciada. Por lo tanto, ser.