Con la idea de ofrecer una experiencia diferente y, además, convertirse en espacios en los que cultura y hostelería vayan de la mano, muchos establecimientos de la ciudad se convierten en pequeños museos. Es el caso del Café-bar Mundial (Plaza de la Encarnación, 36), que acoge una exposición de pintura de Antonio Santana Soto. El artista, nacido en Jerez de la Frontera y asentado en Sevilla, está muy implicado con sus creaciones, porque para él «el arte es su vida y su vida es para el arte».
Con la idea de utilizar espacios alternativos para dar a conocer a artistas emergentes, esta muestra se presenta como una forma diferente de acercar el arte a todo tipo de público. En el caso de esta exposición, la temática se centra en el mundo del caballo y el toro, esto a tomado el eje central del ultimo periodo creativo del artista. Todo este universo taurino el artista lo plasma a través de figuras señoriales con las que expresa una búsqueda de su propia visión espacial, dotando el hueco de tanta importancia como las manchas de pintura que lo sostienen. La base sobre la que trabaja es madera y oro, material que está muy presente en su obra actual. Con esta combinación Santana busca establecer un juego de luz en los cuadros, consiguiendo que cambie de vida según le incida y así acusar el concepto de monotonía que a veces se apodera de la vida para tratar de romperlo.